INTERNATIONAL E
“Agi-Pro"
en acción
Derivaciones tácticas
de un crimen
El clamor universal de indignada
protesta suscitado por el udioso ase-
sinato de Julián Grimau, trata de
ser canalizado por el partido co-
munista español para apoyar una
nueva ofensiva unitaria, desencade-
nada por los servicios técnicos de su
propaganda, puntualmente secunda-
dada por la movilización general de
los cuadros de base, compuestos por
individualidades que han renuncia-
do al derecho de examen crítico,
para convertirse en resortes deshu-
manizados de una política y unas
tácticas elaboradas en las inaccesi-
bles alturas del mando.
Los redactores de «Mundo Obre-
ro», en un prodigioso alarde de
sutileza literaria, transforman esa
corriente internacional de repulsa
hacia el franquismo en un impulso
de irresistible simpatía comunista,
Los despojos de la víctima perma-
necerán en el ruedo político mien-
tras no pierdan su carácter utilita-
rio, Y emprenderán el viaje del
temporal o definitivo olvido cuando
un nuevo acontecimiento u otra
víctima propiciatoria ocupen los
primeros planos de la actualidad
propagandística,
Cada grito de cólera contra el
fusilamiento de Grimau, significa,
para el periódico comunista, un lla-
mamiento a la unidad con el comu-
nismo o una petición de ingreso en
sus filas. Veamos algunos fragmen-
tos de cartas — reales o imagina-
rias — que publica el número 10
del citado órgano neo-marxista:
«Ese acuerdo que los comunis-
tas propusimos en la Declaración
del Primero de mayo (se refiére a
la tan cacareada UNIDAD de
corte bolchevique) lo está recla-
mando con apremio la voluntad
antifranquista que tan plebiscita-
riamente se ha manifestado en la
protesta nacional contra el más
reciente crimen de Franco». (El
subrayado es nuestro).
«Son muchos los hombres y mu-
jeres de todas las edades, sobre
todo los jóvenes, los que en estos
días reclaman un puesto de lucha
en Nuestras filas. «No puedo es-
perar un día más, nos dicen.
Solicito mi ingreso en el Partido
de Julián Grimau.; esa será la
mejor venganza»,
Las tres mujeres que sienten real-
mente la soledad, el vacío provo-
cado por la desaparición de quien
cayó pensando en la libertad de
España y en el amor perdido para
siempre, han de sentirse injuriadas,
por grande que sea su deseo de
servir cierta clase de publicidad,
viéndole reducido a símbolo de un
Partido, que lo maneja con afanes
proselitistas y preelectorales. Ellas
pasearán calladamente el dolor de
su brutal tragedia y los españoles
de sentimientos nobles -incorporan,
con merecido respeto, el nombre de
Grimau a la interminable lista de
héroes y mártires de nuestra libe-
ración nacional, cerrada provisional-
mente por Manuel Moreno Barran-
co, joven poeta español, que no se
presta, debido a su acusada incli-
nación - libertaria, para los negocios
propagandísticos del comunismo, por
ahora, a contabilizar los beneficios
de la operación Crimau.
Completa esa acción psicológica,
llevada a cabo por la prensa adicta,
la circular que sirve de introduc-
ción a una serie de documentos ela-
borados por la Conferencia occiden-
tal Pro-Amnistía y en la cual se
asocia el nombre de Grimau a la
petición de unidad.
Simultáneamente, los agentes de
«Agi-Pro» se despliegan en guerrilla
y proceden al sistemático asalto de
los militantes exilados no comunis-
tas, visitándoles en sus propios do-
micilios, con el propósito de sem-
brar el desconcierto y atentar a la
cohesión de las organizaciones. Si la
tarea fuese inspirada por leales sen-
timientos de fraternidad, lo natural
es que la hubiesen orientado hacia
los Comités y no de cara a las per-
sonas, pero se trata de obtener re-
sultados «sin reparar en los medios».
Hábilmente leídos por quienes di-
rigen la operación, los misioneros
repiten cansinamente, sin un atisbo
ESPOJR
Comentazio
Decires «mal» intencionados
de originalidad, el disco unitario |
que el partido desempolva en cuan- |
to surge una circunstancia que pue- |
da favorecer la faena. Como nunca
faltan incautos que se dejan sor-
prender por la tozuda insistencia
de estos activistas, ni faltan los que '
pueden deducir de nuestro prudente
silencio, una ausencia de razones
que oponer a la propaganda co-
munista, no estará de más repro-
ducir, MUY REDUCIDAMENTE
por razones de ESPACIO, lo que
respondimos al agente que nos visitó:
«Ciertamente, la unidad de la
oposición antifranquista, preconiza-
da por todos y poco facilitada por
la mayoría, bastaría para poner fin
al régimen de opresión que pa-
dece España y para abrir a nues-
tro país dilatadas perspectivas de
libertad. Sabiéndolo — y a estas
alturas ya no puede ignorarlo nadie
— el deber de cada una de las
fuerzas españolas consiste en la ge-
nerosa renuncia de particulares ex-
tremismos de interpretación, que
hagan posible el renacer de una
estimulante confianza entre los
eventuales aliados de marcha.
» Los comunistas españoles han
de poder ofrecernos la prueba feha-
ciente, avalada por hechos visibles
— no por pactos escritos, contraí-
dos con la secreta intención de vul-
nerarlos en cuanto representen un
obstáculo a sus planes de absoluto
prediminio — de que los partidos
políticos y las organizaciones obre-
ras que han de contribuir a liberar
de la invasión extranjera o a liqui-
dar ai capitalismo tradicional en
las naciones donde el partido co-
munista ejerce solo, y contra todos,
el poder dictatorial, vuelven a recu- |
perar sus derechos de libre fun-'
cionamiento a la luz del día, para
que podamos admitir que tienden a
rectificar un reciente pasado lleno
de errores, de abusos y de crímenes
cometidos constantemente para de-
tener la revolución. Pero mientras
sigan vigentes la línea y los méto-
dos actuales, son ellos los que se
excluyen del concierto de volunta-
des que vienen sosteniendo una di-
ficil y desigual bataPa contra el
fascismo español,
» Necesitaremos convencernos de
que su noción de la democracia
no intenta desembocar en un ré-
gimen de partido único y de sin-
dical única, que sobre mo consti-
tuir ninguna innovación para el in-
mediato porvenir político de nuestro
país, aparecen como los pilares que
han sostenido y apuntalan todavía |
al franquismo.
» El comunismo internacional ha
de borrar, con mano enérgica y
sincero arrepentimiento, las horren-
das imágenes de esa brava Hun-
gría que fué monstruosamente
aplastada por las divisiones aco-
razadas rusas, por haber osado ejer-
citar unos derechos de ciudadania
hipócritamente ofrecidos por Moscú,
que sigue siendo quien dicta la
ley a ese «campo socialista» tan
poco atractivo.
» Ha
prensible complejo, se colocan a la
defensiva, frente a las acometidas
teóricas de los comunistas. Ahora
de terminar esa actitud |
tímida de los militantes revolucio- |
narios, que, víctimas de un incom- |
mismo, hemos de 'salirles al encuen- |
tro y lanzarles al rostro el asesi-
nato de 62 libertarios cubanos, fu-
silados con el remoquete infamante
de contrarrevolucionarios. Esa es su
vieja táctica, encarnación del más
puro estilo staliniano: deshonrar a
las victimas antes de proceder a su
liquidación física. Como ayer Buda- |
pest, como hoy Guba, sucederá ima-
ñana en cualquier país, en España
rr:ismo, si escuchamos cándidamente |
a los viajantes de una filosofía
que deja intactas las diferencias de
clase, latentes todas las injusticias; |
que refuerza la autoridad. y que
hace figurar en la avanzadilla de
sus postulados la máxima de Lenin:
«la libertad es un prejuicio peque-
ñoburgués».
Ramón ALVAREZ
N
O tendría nada de particular, después del chaparrón de frases
«galantes», a modo de «cariñosa» reprimenda, que desde la
Prensa y Radio españolas dedicaron los amanuenses franquis-
tas al entonces arzobispo de Milán, cardenal Giovanni Battista Mon-
tini, colgándole el sambenito de
«el cardenal roj»o» y tildarlo de
«entremetido y despistado», por el telegrama al Generalísimo, pidien-
do clemencia para Jorge Conill y sus dos compañeros, acusados de
terroristas y juzgados en octubre último por un tribunal «compe-
tente», con todas las «garantías y defensa» a que toda criatura
humana tiene derecho en el actual Estado español, que muchos de
sano entendimiento creyeran, a pies juntillas, «esa absurda hipótesis»
lanzada a-voleo por «Il Messagero», diario romano, «de que el Jefe
del Estado español ha dado instrucciones a los seis cardenales
españoles a fin de que el cardenal arzobispo de Milán, Giovanni
Battista Montini, no sea Papa en el próximo Cónclave» (recogido del
diario «Madrid», 15-VI-1963).
Y como tan «absurda hipótesis».
pasa de castaño Oscuro, y «es ne-
cesario que la semilla del bulo y
de la insidia no germine», tal dijo
Iribarne, a fin de que la «verdad»
no pierda su brillo en el firma-
mento caudillal y los «sanos»
mollera aprendan a no fiarse de cier-
ue
tos decires «mal» intencionados,
el cardenal primado de España,
doctor Pla y Daniel, nada más
posar sus plantas cardenalicias en
Roma, para tomar parte en la elec-
ción de nuevo Papa, y por si las
cosas venian torcidas, se apresuró
a decir a un redactor, previamente
alquilao, de la Agencia United
Press International: «La noticia ca-
rece de todo fundamento» y que
no usólo es ridicula, sino que +*s
totalmente contraria a los prin-
cipios de la Santa Iglesia Cató-
lica y del Gobierno español», Y
para dar más fuerza de razón a la
everdad» que decia, añadió: «No
hemos recibido al respecto nin-
guna comunicación ni del Genera-
lísimo Franco ni de ningún mierm-
bro del Gobierno español», pues
«el Generalísimo Franco no se en-
contraba siquiera en Madrid, cuando
él y los otros tres cardenales...
emprendieron viaje con destino a
Koma» (del ya citado diario ma-
drileaño),
Bien es verdad que expandir o
hacerse eco de semejante notición só-
lo pudo ocurrírseles a quienes des-
conocen que el Caudillo «no» pre-
cisa de tales artimañas con sus
cardenales para impedir que «el
cardenal rojo» ocupara la silla de
Pedro, pues con haber utilizado la
Providencia, a la cual debe todo
su poder providencial, para que
obligara al Espíritu Santo a ilu-
minar al Cónclave en favor del
cardenal más acorde con las pre-
ferencias caudillales, le hubiera
bastado, y asunto concluido, Pero
como don Paco es de «pura solera
católica» vw cualquier Papa le sir-
IMAGENES DE LA REVOtUCION ESPAÑOLA
Una mujer del pueblo
el frente de Aragón.
despidiendo las Milicias
que salían
ve igual, «no» tuvo por qué me-
terse en tales apreturas y dejó al
Espíritu Santo y a la Iglesia que
arreglaran sus cosas como mejor
les agradó. Por eso, a fin de des-
vanecer dudas, el primer telegrama
llegado al Vaticano, felicitando al
cardenal Montini por su elevación
al Pontificado, en el que también
le expresa su especial devoción, ha
sido el de Su Excelencia el Gene
ralisimo, pues urgía no dar tiempo
a que se le adelantara el diablo.
Cuestión de pupila,
De ahi que Montini, no sólo por
e) rapapolvo sufrido, sino también
porque conoció cómo las gasta el
Caudillo con su «providencia», vol-
viera grupas reconociendo «que su
telegrama se fundaba en un
error» y condenara «la campaña
antisespañola » «promovida por
partidos de régímenes que son opre-
sores inmisericordes de toda opo-
sición libre. Su telegrama no en-
laza en forma alguna a estos regl
menes con el de España» (Lo en-
tre comillas pertenece a la decla-
ración publicada por la secretaría
del entonces arzobispo de Milán,
con motivo del revuelo que se ar-
mó en torno al asunto de Conill,
v difundida, sin el menor remor-
dimiento de conciencia, por «A
BC» de 16-10-1962). Vean ustedes,
amigos lectores, por qué el carde-
nal Giovanni Battista no ha di-
cho palabra cuando lo de Grimau
ni por lo de Manuel Moreno Ba-
riarco.
Claro que si en vez de «no» pen-
sar en ello, don Paco le da por
meter su baza caudillal, a través
de sus cardenales, en la elección
de nuevo Pastor de la Iglesia, en
mala postura hubiera dejado a los
dos hombres a los que no ha causado
sorpresa la brillante victoria del
cardinal Montini. «lls la préparaient
dans l'ombre depuis longtkgmps.
Ces deux hommes (copio del nú-
mero 65 del semanário «Minute)»
sont le cardinal Bea, le véritable
«pape noir» des jésuites, et le
banquier et homme politique Lu-
dovico Montini, le frére cadet du
nouveau pape, auquel il ressem-
ble de facon frappante. L'immenss
influence des soldats de Loyola,
le cardinal Bea l'avait discretement
mobilisée depuis trois ans pour
soutenir celui qu'il considére com-
me le plus súr garant d'une poli-
tique évolutive de l'Eglise et un
ami de longue date de son ordre».
«Quant á Tlaction de son frere,
c'est dams un tout autre domaine
qu'elle s'est exercée: celui de la
haute banque et de la finance in-
ternationale, Ludovic Montini con-
tróle plusieurs sociétés liées aux
banques vaticanes et á la fortune
des Jésuites: á la Banco di Roma,
ii représente la Banco di Spirito.
Ses affaires ont des imbrications
avec la Banco Catholico del Venito,
la Banco Ambrosiano, le Picolo
Credito Bergamesco, le Banco San
Paolo, etc. Personpnalité influente
de la démocratie chrétienne en Ita-
lie, il est lui aussi un familier du
cardinal Bea».
He aqui por- qué el cardinal
Ottavini al tocarle «la táche d'an-
noncer au balcon du Vatican 'é-
lection de son adversaire. Le mon-
de entier a pu entendre le terrible
vieillard trébucher sur la formule:
Je vous annonce une grande
Habemus papam... Giovanni-
Baptista... Mo... Mo...». ;
Y asi es como «ilumina» el Es-
píritu Santo en la elección del que
ha de ocupar la Cátedra de Pedro,
pese a las ñoñerias de Hernández
de Ceballos, corresponsal en Ro-
ma de Radio Nacional de España,
al que le es corto el cirio para tan
larga procesión.
Salvador INIESTA.
joie.